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Este proyecto, consistió en el derribo de un viejo edificio preexistente en el centro urbano de un pequeño pueblo de la montaña Navarra, para construir en su lugar un nuevo edificio de viviendas.

 

El mayor interés de esta obra, es el de responder al exigente programa de necesidades, sin dejar de cumplir la restrictiva normativa municipal, que exigía mantener o reconstruir la fachada principal del edificio original, cuyos elementos más destacados, así como las alineaciones y alturas debían conservarse. La planta del solar era de forma trapezoidal, situada en el extremo sudoeste de una parcela de forma poligonal, cuya superficie no construible, se destinó a aparcamiento. La normativa municipal, también obligaba a utilizar los materiales y acabados propios de la tipología de vivienda rural vasco-navarra, consistente en fachadas raseadas y pintadas en blanco (generalmente con sillería, de piedra caliza, en arcos y esquinas) carpinterías de madera, pintada o barnizada y cubierta de teja con pendiente a dos o tres aguas.

 

El nuevo edificio se proyectó, por tanto, para sustituir a otro preexistente que se encontraba en ruinas y cuyo derribo también se me encomendó. En cuanto a los  espacios interiores, las limitaciones y condicionantes fueron los propios del cumplimiento del programa de necesidades y la normativa técnica, mientras que en lo referente a la imagen exterior del edificio (fachadas y cubiertas) fueron los fijados por la normativa urbanística.

11 viviendas y 1 local en Lizaso

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